Ayer mientras se celebraba el
Debate sobre el Estado de la Nación, el Primer Secretario del PSC, Pere
Navarro, pedía públicamente la abdicación del Rey como medida de regeneración
institucional y para que España pueda afrontar una “segunda transición”.
Estas declaraciones, pese a
ensalzar la figura del monarca, han causado gran impacto en la sede del PSOE,
que no tardó mucho en no apoyar dichas palabras y acusarlas de inadecuadas.
Volvemos a la misma historia de
siempre, una de las dos partes realiza unas declaraciones y el otro no las
apoya. Estamos ante una falta de entendimiento que muestra una brecha
importante en la unidad del Partido Socialista, brecha que no pasa
desapercibida para los demás partidos políticos y es aprovechada para mostrar
al pueblo la inestabilidad de los socialistas.
Desde mi opinión, dicha petición
es valiente a medias, siendo un partido político que aboga por una República
Federal, pedir la abdicación del actual monarca para que sea relevado por su
sucesor es un acto de querer y no poder. ¿Por qué si Pere Navarro se declaró
abiertamente republicano, no pidió la disolución de la corona?, todo el caso de
su yerno donde esta resultando que toda la casa real ha metido mano o tenia
conocimiento de ello, las cacerías y la amante que viajaba en aviones privados
con el dinero de todos, dan argumentos mas que suficientes para pedir dicha
disolución.
Puede que las declaraciones del
Primer Secretario del PSC estuviesen fuera de lugar, igual que la abdicación no
era la propuesta mas correcta, pero una petición de este calibre debería ser
considerada como el primer paso para la Tercera República.
El Rey es el representante del
Estado y la imagen que están dando tanto el como su entorno es nefasta para el
país, se necesita un cambio, pero no es el relevo del monarca, el verdadero
cambio es la República.
Jordi.